La extensión de la muñeca es lograda por músculos en la contracción del antebrazo, halando los tendones que se unen distalmente a la muñeca. Si los tendones, músculos o los nervios que proveen estos músculos no están funcionando como deberían, la mano caída puede ocurrir. Las siguientes situaciones pueden resultar en una mano caída:
- Heridas punzantes o bajo la clavícula pueden conducir a una mano caída. El Nervio radial es la rama terminal del cordón posterior del plexo braquial. Una herida punzante puede dañar el cordón posterior y resultar en deficiencias neurológicas, incluyendo la inhabilidad de desplazar el hombro más de 15 grados, una inhabilidad para extender el antebrazo, habilidad reducida para la supinación de la mano, habilidad reducida para desplazar el pulgar y perdida sensitiva en la superficie posterior del brazo y la mano.
- El nervio radial puede ser dañado si el húmero es fracturado (el hueso del brazo), debido a que recorre el canal radial en el borde lateral de este hueso.
- La mano caída también está asociada con envenenamiento con plomo debido al efecto del plomo en el nervio radial.
- Una causa común de lesión al nervio radial es a través de movimientos repetitivos o como consecuencia de presiones externas a través del canal radial, ejemplos de esto pueden ser el uso prolongado de muletas o de recostarse sobre los codos.
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